y yo que se que tu sabes

hoy, una fría mañana de invierno, festiva
en Madrid, la pereza poco a poco va
desapareciendo no sin ofuscarse entre las
sabanas. Llaman las primeras luces del día
que poco a poco van espantando las
ultimas sombras de la noche, y así, la
ciudad va transformando sus dormidas
calles en venas por las que empieza a
correr su sangre, sangre compuesta por
los mas variados leucocitos y glóbulos
rojos ... y blancos. Los camiones de la
basura con su ruido vespertino, las
primeras gentes que van en busca del
festivo churro y de paso comprar la
prensa, gente pululando alrededor de sus
automoviles con bolsas, niños adormilados
e ilusiones de día de campo o nieve.

A mi lado, en la cama, dormita
Margarita, ella que se despertó a la que yo
llegue de trabajar con la vana promesa de
preparar rico café ..... no pudo, volvió a
quedarse dormida, lógico pensé yo, a ver
a quien le apetece levantarse a estas
horas exclusivamente para preparar el
café, además que hace frió. Y entre ella y
yo ahí esta Eros, no, no penséis que me
refiero al dios del amor, no no, es nuestro
gato, ahí esta dormido, el pobre esta muy
malito, cosas del hígado nos dijo el
veterinario, y claro ya se sabe que los
gatos son muy delicados de este órgano
vital .... ostras pensé yo, no suponía ni
sabia yo esta contrariedad de estos
animales felinos, así que ya veis, aquí lo
tenemos cual niño enfermo con fiebre
metidillo en la cama, esperando a que se
nos vaya curando y que por donde vino el
mal se vaya.

Y es en estos momentos, en que el
mundo se olvida de mi pues tiene que
atender a asuntos mas urgentes y
cotidianos cuando uno realmente escribe,
y deja fluir el pensamiento, poco o mucho
a través de los dedos, a veces
atropellandose los conceptos que quieren
todos ser plasmados para que no se
quede ninguno olvidado en un tintero
ficticcio, otras veces, perezosos como las
mañana, ninguna idea esta dispuesta a
hacer el viaje desde el pensamiento a los
dedos para fluir hasta el papel o la
pantalla, quizás, como a Margarita en
esos momentos también les de pereza, y
ahora que? cual es la próxima jugada¿ .....
me dirá ella vámonos a por "boletus" (un
hongo o seta que es un manjar al paladar)

- pero cariño, como vamos a dejar solo
a Eros con lo malito que esta?

Eso es lo que yo le contestaría si
hubiera que contestarle, a lo que ella
asentiría con mi razonamiento

Pues es verdad, pobrecito mio, no ....
realmente no lo vamos a dejar solo ...
faltaria mas, entonces hoy nos
quedaremos en casa tranquilitamente.

Y así va pasando la mañana, la pereza
sigue ofuscada entre las sabanas, aun no
huele a café, Eros malito bajo la manta y
yo enganchado con mis dedos a la
pantalla, dejando que vayan fluyendo los
conceptos ... o ideas .... lo que fuese que
fluya.

Un vistazo a la información diaria, la
crisis que poco a poco va devorandonos,
hace unos años ya que entramos en
recesión, por cierto mal suena la maldita
palabra, y ahí seguimos, con la palabreja a
cuestas vandeandonos como podemos,
con esa sensacion de provisional que que
arrastra este dichoso vocablo, ese vivir al
día cada día menos vivir, va dejando
impregnado por las calles de esta ciudad,
un olor a tiempos antiguos, a hambres
pasadas y temores cercanos. Ojala no me
toque a mi, pensamos todos, que no me
quede sin "curro" ahora. Como que el
trabajar es hoy como el que te toca la
lotería, que absurdo, que engaño, pero
realmente ... a quien le gusta trabajar? al
que diga que le gusta le llamare
mentiroso, así, sin mas, pues una cosas es
que nos guste desarrollar habilidades y
otra bien distinta es que con esas
habilidades y a la fuerza tengamos que
ganarnos el pan, tanto si te apetece como
si no ...... pues vaya lotería, yo prefiero
esas loterías que dan euros a raudales .....
en fin.

Suena el teléfono y Marga otra vez
despierta, al otro lado su hijo, de viaje y
lloviendo en la carretera un diluvion y
medio, pero ahora si, esta es la ocasión,
ya no la dejo dormir, que haga que la casa
huela con ese rico aroma de café, ahora si,
la pereza huye por la ventana totalmente
contrariada ya .... no hay quien viva así
piensa y se va a buscar algún rincón

donde se pueda apalancar tranquilamente